Por Eduardo Corona
En el nuevo esquema del triple balance de resultados, las empresas sociales tienen cuidado de medir su impacto no solo económico, sino también su efecto ecológico y social, buscando balancear estos tres factores de manera eficiente e inteligente. En verdad, estos tres resultados, triplican el alcance del emprendedor social.
En este sentido, el impacto social del emprendedor como patrón va más allá del pago salarial al trabajador. Es necesario verdaderamente hacerlo partícipe de la organización del negocio social, favorecer su creatividad y aprovechar la innovación que aporta a la empresa social, de una manera justa y ordenada.
El emprendedor social, reconoce al trabajador como parte de un equipo entre iguales donde lo único diferente son las actividades operativas; unos fabrican, otros venden, otros distribuyen, donde justamente el patrón viene a ser un administrador de recursos y no "el amo" como pregona silenciosamente el capitalismo tradicional.
Las reglas y políticas que rigen las operaciones del negocio social, están diseñadas para optimizar y simplificar las actividades de cada una de las partes involucradas en la empresa. Hasta hoy esas reglas del juego empresarial y laboral parecen diseñadas para fovorecer exclusivamente a los patrones en lugar de crear el equilibrio que se mencionó anteriormente. Esto sucede así en gran medida por el estímulo de la injusticia social promovida por el neoliberlismo, la globalización y el financierismo, que parece que su unica función es ganar dinero con la agresión directa a la planta laboral y a la ecología.
Cuando el empleador se ve a sí mismo como parte de un equipo en el que su función es la administración de los recursos generados por la actividad productiva, se empieza a generar un clima de respeto, y el empleado, con la certeza de ser respetado y valorado, desarrolla una creatividad increible, se da cuenta que no trabaja por un sueldo o para un patrón, sino para un equipo en el que su participación será determinante para alta calidad de la producción y del servicio al cliente. A fin de cuentas, esos dos factores son los que producen el éxito comercial de una empresa, que no debemos olvidar, es parte de la escala de resultados. A veces parece dificil pedir a un empleado con un salario mísero cortesía de la avaricia patronal y maltratado laborlamente, que se enfoque en el cliente en lugar de su salario o adular al tirano, pero créeme, el cambio de enfoque produce resultados personales y laborlaes ¡¡¡extraordinarios!!! ¿Estas listo para ser un empleado-emprendedor?
SEMBRANDO BIENESTAR ***El blog “ENLACE” te provoca a explorar ideas proactivas para construir una nueva consciencia de bienestar
miércoles, 24 de septiembre de 2014
viernes, 19 de septiembre de 2014
Los Coyotes
Por Eduardo Corona
Existe en la fauna política mexicana todo tipo de animales y alimañas, hay cerdos como Carstens y toda la manada de banqueros, también hay zánganos y parásitos ocupando posiciones en el poder legislativo, hay un burro en los pinos y hasta una gaviota aleteando por aquí y por allá su aplaudido cuero. Hay también víboras, arañas, hormigas, y un largo etcetera.
Sin embargo hay un animal particularmente nocivo para la sociedad mexicana, es el coyote. Ese animal que vive de intermediario, que lo mismo trafica influencias que carne y productos agrícolas. Muchos de ellos se instalan afuera de las oficinas de gobierno esperando por sus víctimas. Pero los que verdaderamente paralizan la economía nacional se encuentran en las centrales de abastos. Ni que decir con los que trafican con vidas humanas y hasta sexo infantil.
Estos seres que trafican con la sangre y el cansancio de sus vecinos y amigos. No les tiembla el pulso para cobrar por sus servicios aun a sus más cercanos. En Estados Unidos reciben el elegante nombre de "brokers". Fueron ellos los que llevaron al país a la quiebra hipotecaría, y son ellos también los que controlan el flujo de prestamos buitres a los países que tienen la desgracia, como México, de tener una oligarquía traidora y un pueblo TVadicto.
Estos "coyotes" son los que despojan a los productores de la ganancia de sus cosechas y su ganado y al mismo tiempo encarecen los productos al consumidor. La propuesta para salvar la economía local es deshacerse de estos parásitos y comprar directamente de los productores.
En infinidad de ocasiones se ha mencionado la dificultad de alcanzar directamente a los productores cuando no están organizados debido a la falta de un entrenamiento cooperativista o por obstáculos circunstanciales como la dispersión geográfica o la diversidad de productos. También se ha dicho la inutilidad del gobierno para administrar una cadena de suministro ya que el trafico de influencias, la corrupción y la avaricia determinan sus actividades.
Pero ¿como puede la sociedad civil tomar en sus manos la distribución de productos que evite su encarecimiento para los consumidores y la erosión de sus ganancias a los productores? La respuesta la tienen las ONGs que en Estados Unidos tienen la función de equilibrar y transparentar el gasto social del gobierno, ya que al competir por los subsidios se establece un alto rango de calidad de servicios y al mismo tiempo se evita que el gobierno trafique y desvíe sus recursos como bien lo saben hacer las ratas gobernadores que hay en México.
El primer paso es organizar las ONGs al margen del gobierno inepto y criminal, y exigir que los recursos para programas sociales, que llegan a cuenta gotas de los usureros bancos internacionales, se distribuyan a través de ONGs administradas y supervisadas por la sociedad civil. Está es un herramienta más para ganar la partida a los criminales oligarcas y avanzar en el camino del empoderamiento social verdadero ¿Estamos listos?
Existe en la fauna política mexicana todo tipo de animales y alimañas, hay cerdos como Carstens y toda la manada de banqueros, también hay zánganos y parásitos ocupando posiciones en el poder legislativo, hay un burro en los pinos y hasta una gaviota aleteando por aquí y por allá su aplaudido cuero. Hay también víboras, arañas, hormigas, y un largo etcetera.
Sin embargo hay un animal particularmente nocivo para la sociedad mexicana, es el coyote. Ese animal que vive de intermediario, que lo mismo trafica influencias que carne y productos agrícolas. Muchos de ellos se instalan afuera de las oficinas de gobierno esperando por sus víctimas. Pero los que verdaderamente paralizan la economía nacional se encuentran en las centrales de abastos. Ni que decir con los que trafican con vidas humanas y hasta sexo infantil.
Estos seres que trafican con la sangre y el cansancio de sus vecinos y amigos. No les tiembla el pulso para cobrar por sus servicios aun a sus más cercanos. En Estados Unidos reciben el elegante nombre de "brokers". Fueron ellos los que llevaron al país a la quiebra hipotecaría, y son ellos también los que controlan el flujo de prestamos buitres a los países que tienen la desgracia, como México, de tener una oligarquía traidora y un pueblo TVadicto.
Estos "coyotes" son los que despojan a los productores de la ganancia de sus cosechas y su ganado y al mismo tiempo encarecen los productos al consumidor. La propuesta para salvar la economía local es deshacerse de estos parásitos y comprar directamente de los productores.
En infinidad de ocasiones se ha mencionado la dificultad de alcanzar directamente a los productores cuando no están organizados debido a la falta de un entrenamiento cooperativista o por obstáculos circunstanciales como la dispersión geográfica o la diversidad de productos. También se ha dicho la inutilidad del gobierno para administrar una cadena de suministro ya que el trafico de influencias, la corrupción y la avaricia determinan sus actividades.
Pero ¿como puede la sociedad civil tomar en sus manos la distribución de productos que evite su encarecimiento para los consumidores y la erosión de sus ganancias a los productores? La respuesta la tienen las ONGs que en Estados Unidos tienen la función de equilibrar y transparentar el gasto social del gobierno, ya que al competir por los subsidios se establece un alto rango de calidad de servicios y al mismo tiempo se evita que el gobierno trafique y desvíe sus recursos como bien lo saben hacer las ratas gobernadores que hay en México.
El primer paso es organizar las ONGs al margen del gobierno inepto y criminal, y exigir que los recursos para programas sociales, que llegan a cuenta gotas de los usureros bancos internacionales, se distribuyan a través de ONGs administradas y supervisadas por la sociedad civil. Está es un herramienta más para ganar la partida a los criminales oligarcas y avanzar en el camino del empoderamiento social verdadero ¿Estamos listos?