Las "muletillas" del emprendedor

Por Eduardo Corona

El emprendedor actual está cada vez más apoyado por la informática y la información. El uso de internet, redes sociales, y correos electrónicos ayuda tremendamente a intercambiar información de “operaciones recomendables” entre negocios, agencias de gobierno y organizaciones de apoyo al desarrollo económico, lo cual da una oportunidad extraordinaria de eficiencia y crecimiento empresarial como no se había visto en la historia. A esto debemos agregar que la disminución en los precios y complejidad de los medios de producción pone al alcance de casi toda la oportunidad de crear nuevos productos sin costosos prototipos que, en otras épocas requerían una casi inalcanzable inversión de tiempo y dinero. La nueva revolución industrial está en manos de los más creativos, y ya no de los dueños de los medios de producción.

Así el mercadeo es una palabra que está al alcance de todos y también se ha democratizado. Con la impresión casera de folletos y tarjetas de presentación, el uso de las redes sociales y el flujo de información de “operaciones recomendables”, cualquiera se atreve a poner en práctica su propio mercadeo. Hay que subirse a la cresta de la ola y atreverse, por algo te llamas emprendedor. 

Sólo te recomendaría poner mucha atención en algunas actividades a fuerza de repetirlas, sin conocerlas, han perdido el sentido para muchos de nosotros, y podrían representar una excusa para no realizar nuestra tarea empresarial como corresponde a un exitoso emprendedor. Estas son:
“Mercadeo de boca en boca” muchas veces este concepto puede llevarte a dejar de hacer un verdadero esfuerzo de mercadeo ya que: “cuando la gente conozca mi servicio, lo recomendará solo”. Esto puede llegar a suceder con el tiempo ¿tienes 1 o 2 años para esperar que la gente conozca tu servicio y lo recomiende? En verdad, existen técnicas para generar este tipo de mercadeo que efectivamente es muy económico y eficiente en la penetración, pero que requiere un estudio serio.

“No hay que inventar de nuevo la rueda”, si bien es cierto que no hay que perder el tiempo con quebrarte la cabeza y gastar tiempo y dinero tratando de reinventar lo que ya otros aprendieron a lo largo de los años, yo te recomendaría que atiendas a los resultados que han tenido aquellos que “inventaron la rueda” antes que tú. Si los resultados que han tenido tus antecesores con su “rueda” no te convencen, invéntala de nuevo. Cómo decía Einstein: “si quieres obtener resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo”