En este mundo lleno de contrastes y maliciosamente polarizado por facciones cupulares, hemos aprendido a pensar en negro o blanco, en si o no. Y eso también nos ha ocurrido con algunas palabras o frases, que por haberlas usado algún malvado o con malas intenciones se antojan casi perversas. Ese es el caso de la frase: "pasión por los resultados", ya que en el mundo de negocios se atribuía esa frase a alcanzar los objetivos sin importar el daño social o ecológico. Obviamente los únicos resultados existentes eran económicos.
Pasión por los resultados |
Esta pasión por los resultados del emprendedor social debe estar cubierta de una objetividad a toda prueba ya que la equidad laboral y comercial tiene como significado precisamente reconocer las aportaciones de cualquier persona inmersa en un proceso u operación concerniente al negocio sin importar su raza, su género y hasta su oportunidad académica, lo importante es que sus contribuciones se encarrilen en los buenos resultados, nuevamente, económicos, ecológicos y equitativos.
Del mismo modo, la objetividad del emprendedor social le evita caer en el sentimentalismo de los "pésimos resultados con buenas intenciones", esa objetividad, ciega a la raza y al color, tiene bien abiertos los ojos y el corazón bien firme para cambiar lo que sea necesario dentro de sus operaciones para alcanzar sus objetivos. Y aquí, en el ámbito de la empresa social, "lo que sea necesario" no significa pasar por encima de la gente o del medio ambiente, sino provocar cambios proactivos que le alejen de las viejas practicas perniciosas para el alcance de una mejor macro economía: más educación, innovación tecnológica, respeto y apoyo a la creatividad, y sobre todo el cultivo de respeto y fomento a la diversidad de ideas y aportaciones.
Es emocionante ver el rumbo de respetuosa y pacífica eficiencia que está tomando la economía al apasionarse, por triplicado, de los resultados de sus procesos productivos y de distribución de la riqueza. Y tú ¿ya estas listo para la pasión?