viernes, 7 de febrero de 2014

¿Al grito de guerra?

Hace ya algunos años envíe por mi cuenta de twitter desde Guadalajara un cuestionamiento a Guillermo Galvan Galvan y a Felipe Calderon Hinojosa; preguntaba yo si iniciar una guerra sin cortar los suministros, ni sitiar al enemigo, era estupidez o complicidad, casi casi traición.  Apenas unos días después de mi post, el apartamento del piso de abajo fue cateado por unos soldados mientras mis vecinos no estaban.  Para entrar al apartamento los militares rompieron la puerta, nunca supimos que buscaron en este departamento de ancianos pacíficos, pero tampoco hubo oportunidad de preguntar mucho.

A los pocos días salí del país gracias a una oferta de trabajo, pero aún no se si aquellos dos episodios tengan relación.  Lo cierto es que la guerra que inicio Felipe Calderon, fue un pleito clinicamente muerto, sin planeación para desestabilizar los activos logísticos de los narcos que son: Su dinero, sus armas, y la juventud sin esperanza, que conforma su ejercito.

Es evidente que esta guerra la empieza Felipe Calderon durmiendo con el enemigo... mientras los Estados Unidos le lavan el dinero a los narcos y los acorazan con todo tipo de armas, las criminales politicas sociales impuestas hace treinta años por el FMI para seguir solapando la corrupción institucional, sigue produciendo jovenes sin esperanza, sin futuro.

Hoy México se encuentra ante una encrucijada más terrible aún, si bien un gran porcentaje de los 60mil muertos que reconoce Felipe Calderon son jovenes, que la crónica oficial asocia necesariamente con la delincuencia (sin hacer mayor investigación, ni reconocer que la delincuencia fué generada por la paralísis productiva a que han sometido a este país) hoy tenemos miles de jovenes en las calles, esta vez confirmados universitarios, esta vez gente de bien que quiere heredar un mejor país y un futuro.

Y mientras la prensa regular, la chayotera, la malintencionada, la oligarquica, siga negando la gran movilización social, nuestros jovenes están amenazados. Esta vez la guerra es contra la corrupción y la complicidad de los que han hundido a este país en la miseria más terrible, inimaginable... necesitamos dar pasos firmes para sitiar al enemigo y cortar sus activos logísticos... en este caso la prensa libre, los medios sociales y los periodistas comprometidos pueden dar la voz de alerta antes de que se cometan más marranadas, mantener en todo momento información acerca de lo que queda de este país... pero sobre todo arrebatar a nuestro México del ejercito de sicarios con lápiz que acribillaron a la incipiente democracia mexicana. Necesitamos promover la educación libre, y la empresa social... a fin de cuentas sicarios con lapiz o con fusil, son el sector más envilecido de nuestro país y han sido prefabricados precisamente para servir a los intereses de los mafiosos, del poder o del crimen, lo mismo da...