viernes, 18 de marzo de 2016

Tendencia o cosnpiración


Por Eduardo Corona

Trabalenguas:

Hace algún tiempo bromeaba con un entrañable amigo acerca de las conspiraciones.  Decía yo que la teoría de la conspiración, es una conspiración creada por los acusados de conspirar contra el mundo en un intento de hacer creer a la gente que hay una conspiración, donde lo que existe es solo una tendencia.

Complicado ¿no?

A lo que me refería en esa ocasión es a la explotación de las creencias; siempre hay una desmesurada ganancia en la capitalización de las creencias.  Para muestra veamos la increíble riqueza amasada por las iglesias desde el mero principio de la civilización. Su poder político y social para imponer y derrocar monarquías.
Pero el demonio del conocimiento se apoderó del mundo, cual la dichosa manzana de Eva, y las religiones cayeron en descrédito para algún sector de la población.  Entonces se inventó la propaganda política.  Para esa masa que salía de la ingenuidad religiosa y se metió a la creencia de que los asesinos y depredadores estaban para defenderla del asesinato y la depredación, siempre y cuando mantuvieran los instintos satisfechos de aquellos criminales.  Entonces el estado y las fronteras de volvieron una formidable máquina agresiva de asesinato y depredación con la aprobación de las victimas.
Pero el mundo avanza, pasamos del papa, al rey, al presidente… del infierno, a la justicia, a la soberanía. Y aún más: pasamos de los sacrificios humanos, a los ajusticiamientos, a las prisiones… con un ligero toque de tradición verbal, justificación papal y televisión.  A fin de cuentas esas herramientas siguen trabajando igual. Adormecen a la chusma, manipulan a la masa, marcan el camino del partido. Y disminuyen completamente el espíritu libre y crítico que es nuestra principal ventaja sobre los animales.  El análisis crítico del entorno.
Aquel que deja de hacer análisis comparativos de su universo pierde una buena porción de humanidad, se convierte en un ser animado pero descerebrado.  El pensamiento apenas le alcanza para admirar a la Gaviota o votar por Macri o Donald Trump.
Ese es la principal función de las fábulas religiosas o estatales.  Ese es el fin principal de la mercadotecnia. Hacer que el cliente bloqueé sus avenidas neuronales con las que analiza el entorno para solamente recibir como información ordenes disfrazadas de catecismo, constitución o estatutos. Y funciona muy bien.  El caso es que esta técnica no es una decisión de una pandilla de monstruos ultra humanos, cuyas habilidades van más allá del resto de la humanidad.
Se crea una tendencia cuando el vecino ve como el terrateniente de al lado logra controlar a sus siervos a base de cuentos religiosos y telenoveleros.  Y hace lo propio con sus siervos.  Más cuentos y más fábulas amenazantes para saturar las avenidas cerebrales donde por cuestiones de tráfico ya no puede circular otro tipo de ideas. Esa es la tendencia.  Hacer creer a la gente que hay una conspiración para desanimarla y no intente liberar el tráfico de ideas creativas y analíticas.

Se premia con una palmadita en la espalda al esclavo que admira a sus verdugos.  Mientras se reprime a aquel que lucha por su libertad no solo con la agresión física sistemática, sino con otra aún más peligrosa: el hacerles creer que hay una conspiración tejida por deidades demoniacas cuyas capacidades son sobre humanas.  No existe el cerebro plus ultra y la dominación monetaria y mediática es una tendencia.  Cualquiera la puede romper, cualquiera puede llegar… Solo es cosa de sacar los estorbos publicitarios (Hollywood y el Vaticano) del cerebro  y sustituirlo siempre con la pregunta ¿Por qué? 

viernes, 4 de marzo de 2016

De víctimas a victimarios...

IPor Eduardo Corona

Estamos viviendo una época extraordinaria en México, el cumplimiento de las profecías… no de aquellas atribuidas a los Mayas o a otras prácticas adivinatorias, sino aquellas profecías que ignoraron gracias a la traidora manipulación “informativa” de los medios al servicio de la carroña y la traición… Les dijimos que los cuentos de las reformas de Peña Nieto eran ordenadas por el Fondo Monetario Internacional para destruir completamente la clase media y nadie nos creyó…
Me refiero al cumplimiento de todo aquello que advertimos era el utopía más estúpida del idiotizado TVadicto y que se da en llamar “libre competencia” que no es otra cosa que el pretexto perfecto para seguir desangrando a la clase media con el petate del muerto.
En estos tiempos siguen insultando a Andrés Manuel López Obrador, y no sé si en sano juicio o embrutecidos por el hambre, aún siguen los desiformadores malnacidos coreando el neoliberalismo que destruyó la clase media de nuestro país y el mundo.  Es un hecho, todos los millones en embutes institucionalizados a esa horda de criminales con micrófono no les quita el hambre, Adela Micha nunca dejará de sentir esos calambres en el estómago por el hambre, Joaquín López Dóriga jamás dejará de sentir el frio en sus pies desnudos de dignidad, ni Carlos Loret de Mola podrá cubrir la desnudez de su traición con sus cheques millonarios o lujosas casas.  Ellos nunca dejarán de ser carne de escorial.
Y gracias a ellos, millones de adictos corean a sus verdugos, agradecen a sus matadores… a sus traidores.  Porque una cosa es clara, esa prensa vil y rastrera fue la que creó los himnos con los que se adoctrina ese ejercito de niños, que a falta de oportunidades, toman un fusil y doscientos pesos por la vida de una persona, a veces les pagan, a veces los matan… pero siempre devuelven los fusiles, porque no son suyos, nada es suyo. Ni la vida, ni la ropa que visten, ni el alimento que se llevan a la boca.  Todo eso nunca dejó de pertenecer a sus verdugos.
Los ejecutores siguen siendo los mismos, solo les cambiaron de nombre y acaso de apariencia.  Pero al final, nuestra sociedad está cansada de tanto abuso y cinismo de la pandilla de traidores criminales de Enrique Peña Nieto, y todos sus rastreros antecesores. Se cansó de ser la víctima.  Pero ¿cómo acceder al liderazgo? ¿cómo dejar de ser la víctima?
La única respuesta que permite el sistema es la oferta política de “El Chapo” o de Trump… convertir a la víctima en victimario… La única salida para las mujeres maltratadas es convertirse en agresoras, borrachas y promiscuas aconseja la Jeny Rivera… La única solución para que un joven acceda a los satisfactores básicos de una vida digna es la delincuencia aconseja Joaquín (Guzmán o López Doriga, lo mismo da).  El que no transa no avanza aconseja la política.
Por eso tan populares los corridos y el racismo entre las víctimas que por años han sufrido la agresión económica, social, política y académica del neoliberalismo, a mayor maltrato sufrido, más agresiva la revancha… Trump o El Chapo o Lopez Doriga…

Todos ellos y el sistema que los creó y del que alimentan sus entrañas carroñeras puede quedar cancelado con el simple hecho de tomar otra alternativa; ni víctima ni agresor, sino estructura horizontal de liderazgo… ni partidos políticos ni carteles de droga (qué ¿no son lo mismo?), sino instituto de empoderamiento político… ¿por fin nos harán caso de adoptar a su diputado y seguirle la pista en cada una de sus fechorías? Si es por miedo a compartir datos personales, que los de Ciudad de México adopten políticos de Durango, y los de Zacatecas a los de Tabasco… compartir la información en redes, hacerla pública desde plataformas del exterior… Dejemos de ser la víctima que se convierte en sicario para tener un “Plebonas y un xingos de lana”… y empecemos a ser líderes de la horizontalidad para recuperar nuestros espacios y nuestra dignidad… estamos en regeneración nacional…