domingo, 6 de octubre de 2013

El voto, la democracia y la movilización social

Por Eduardo Corona


En estamos en un parteaguas de la historia de nuestro país, ha llegado el momento de hacer las cosas diferente.  Nos quejamos que hay mucha apatía entre los votantes, y otros de plano declaran que el voto no sirve de nada… y es que el gobierno ha echo buen trabajo para darle el voto al pueblo, pero quitarle el poder a los dos: al voto y al pueblo.

Es cierto que hay millones de televidentes adictos, cuya mente está totalmente adormecida por la manipulación mediática, pero también es cierto que hay millones que no se han sumado a la participación y movilización por falta de información que lleva al desánimo, la gente cree que no hay metas, que están muy altas o muy bajas… tienen miedo de otorgar el poder a un lider, hemos sido tantas veces traicionados que creemos que no tiene caso esforzarse e involucrarse en la lucha, en la toma de decisiones gubernamentales, en la supervisión de políticos electos…

Y es que hemos perdido la dimensión del voto y de la democracia; hemos confundido el uno con el otro y no sabemos como hacer valer los votos o realmente qué es democracia. La democracia es el gobierno del pueblo dice la cancioncita que aprendimos en primaria, por eso, la democracia no tiene como fin último el voto; muy al contrario, el voto es un elemento más de lo que llamamos democracia y es allí donde ella empieza.

No se vale votar sin informarse, primero, y luego votar e irse a dormir:

Primero debemos razonar el voto, conocer las propuestas de los candidatos, exigir audiencias públicas para conocer sus proyectos, no solo el marketing emocional de los discursos y eventos de campaña: si no hay propuestas reales, no hay voto.

Pero el mal ya está echo, ya tenemos un neófito, ignorante y manipulado como presidente de la república… ahora Qué hacer? La respuesta es fácil pero de implementación compleja.  Debemos mantenernos supervisando a los políticos electos, envueltos en la toma de decisiones, exigiendo que los proyectos sean presentados en audiencias públicas y votados por comités de ciudadanos. Es complejo, pero no imposible.  Debemos hacer bajar a los funcionarios electos de su pedestal: ellos se creen reyes, dioses, emperadores; usan el pretexto del voto para tomar desiciones unilaterales, ocultas y muchas veces lesivas a los que “votaron” por ellos, por eso es necesario empezar un sencillo ejercicio de democracia, la creación de comités ciudadanos para vigilar a esos déspotas modernos de bolsillo Cómo? Hacer trabajo de equipo… unos escriben al IFAI y a todas las dependencias posibles para obtencion de la información del desempeño de los funcionarios, otros crean estrategia de comunicación y difusión para dar a conocer los resultados de la investigación, otros más organizan asambleas para analizar la información y proponer acciones respecto a los resultados de la investigación, es decir, la evaluación de los funcionarios.

Es tonto e iluso… pero es el primer paso para devolver el poder del voto al votante.

Es necesario informar a la gente que las decisiones que toma el gobierno no deben ser todas unilaterales,  y que hay estilos y formas de gobernar.  Esas decisiones pueden ser:

Unilaterales, cuando los funcionarios toman las desiciones por sí mismos sin atender el sentir del pueblo.
Consultadas, cuando esas desiciones se toman en base a una asesoría previa, que sigue siendo cupular y que en muchos sentidos es la máscara bonita de la manipulación como en el caso Peña Nieto-Salinas, o Salinas-Cordoba Montoya.
Involucrantes son las desiciones que se toman cuando la comunidad votante es consultada e incluida en la implementación de acciones gubernamentales.
Las colaborativas, son aquellas acciones y decisiones que involucran un consejo ciudadano consultivo, y cuyos proyectos son resultado de asambleas comunitarias.
Y finalmente, las decisiones EMPODERADAS por la COMUNIDAD. Estas son todas aquellas decisiones, acciones y actos de gobierno que se dan como resultado de la petición expresa del pueblo a través de propuestas conscensuadas por él mismo en asambleas populares. No se nos debe olvidar que tenemos el derecho de exigir acciones de gobierno empoderadas por nosotros.  El gobierno no puede negar ese derecho, y para ello existe la movilización y hasta la desobediencia civil en caso de un gobierno sordo como es el caso del gobierno del pelele Enrique Peña Nieto.

Los actos de gobierno son una combinación de estos cinco estilos de toma de decisiones, pero debe estar más recargado a las dos últimas: Las decisiones gubernamentales COLABORATIVAS y EMPODERADAS. Qué no se nos olvide, y qué comience el movimiento.  ANIMO!!!

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