Por Eduardo Corona
Cuando nos hemos vuelto bastante sabios en la creación del producto o servicio y el proceso de elaboración, tendemos a pensar demasiado en los detalles y ello se refleja en nuestro discurso. ¡Cuidado! Tu cliente no tiene mucho tiempo para escuchar los detalles, especialmente si es la primera vez que escucha acerca del producto o servicio. De hecho, para promocionarlo en una de estas reuniones de creación de redes o de mercadeo tines apenas unos 30 segundos para interesar a tu interlocutor.
¿Describir mi producto en solo 30 segundos, cuando he tardado 10 años en perfeccionarlo? Aunque parezca imposible resumir esos 5 o 10 años de experiencia en unos cuantos segundos te voy a dar unos sencillos pasos para que intereses a tu posible cliente en tu producto o servicio. Y esto cuenta para un diseño web, unos tamales o un movimiento social.
Primeramente, ya conoces los detalles técnicos del producto o servicio ¿cuál de estos detalles se convierten en beneficios palpables para la audiencia? ¿nutrición? ¿descanso? ¿empoderamiento? Todo aquello que el cliente experimente como ayuda para hacer su vida más fácil y placentera, lo percibe como beneficio. Busca aquellas experiencias placenteras o beneficiosas que tu producto o servicio representa para tu audiencia meta, en seguida resúmelos en tres o cuatro palabras clave, y finalmente busca enlazar esas palabras clave en 4 o 5 sencillas oraciones, y ya está... ¡has logrado crear tu llamado ¨discurso de elevador¨! que no es otra cosa, que una descripción emocionante de los beneficios de tu producto o servicio en menos de un minuto.
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